

Como seria?
Pensé que podría ser algo dura o hasta chicloso quizás…no lo sé, estas son esas cosas que uno no debe pensar antes de probar un plato nuevo, pero iba confiado dada la recomendación.
Grata fue la sorpresa al encontrar un producto de excelente calidad y sabor único al paladar, suave, tierna, con una pequeña capa crujiente que hacía de aquel plato toda una sensación, la verdad algo atípica para nosotros.
En el lugar claro está que se servía chacolí al estilo vasco y se servían también gran variedad de pinchos o pintxos, desde langostinos en una salsa de membrillos, bacalao, cochinillo, pulpo, calamares, risotto y muchos más. Sin duda lo que quedo para el recuerdo fue la oreja de chancho, debo decir que no es tan fácil de llegar a su punto (puedo apostar que supera al pulpo que en su momento fue un desafío) y que puede ser hasta difícil de conseguir por aquí en Montevideo, pero no es imposible. Les dejo la receta de mi versión ya que la de la Cuchara de San Telmo es única…
Receta
6 orejas de chancho, si es posible con un poco de carne en la base
1 diente de ajo Sal a gusto, laurel, pimentón a gusto y clavo de olor Agua, aceite y una plancha.
Colocamos en agua las orejas limpias, ajo, clavo, sal, laurel, cocinamos luego de largar el hervor y de forma lenta durante un mínimo de 3 horas. Una vez tiernas retiramos y colocamos en fuente para escurrir, colocamos aceite de oliva y pimentón dulce o picante o mezcla de ambos. Dejamos reposar un buen rato y agregamos unas gotas de limón y sal gruesa, llevamos a una plancha caliente donde doraremos de ambos lados, una vez giradas colocaremos si es posible una plancha o peso sobre la oreja para que concentre el calor y mantenga su forma. Agregamos mas aceite si es necesario y servimos con un poco de perejil y ajo para dar un toque de sabor. Se comen solas como aperitivos o incluso con salsa o papas cocidas. Espero las disfruten, puede sonar raro pero si no tienen pensado viajar al País Vasco es una muy buena opción para probarlas…
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