Arroz.


Algo tan sencillo como el arroz puede tener muchas variantes y convertirse en el protagonista o un actor de reparto.

Hay varios tipos en nuestro mercado, pero nos enfocaremos en los que consumimos habitualmente: blanco, integral, parabolizado, basmati o salvaje.

El blanco: es aquel que consumimos como acompañamiento, frío o caliente, preparada en 1 parte de arroz por 2 de agua. A este tipo también se le puede saborizar o agregar verduras en la propia cocción.
El Integral: de color más oscuro, dada la capa que lo protege, necesita ser remojado antes de cocinar. La proporción es de 1 parte de arroz con 2 y ½ de agua. 
Parbolizado: es un arroz procesado en alta temperatura, concentrando el almidón en su interior y queda protegido por su cáscara. Se cocina en una relación de 1 es a 2 y siempre obtendremos un arroz suelto y aireado.
Basmati: es ese arroz de grano más largo y ancho que logra tener una mayor concentración de almidón (haciéndolo más alimenticio), aroma a cereal y perfume. Se cocina de forma más rápida. Antes de cocer se lava; una vez cocido es mas gomoso y es especial para remojar en salsas al estilo asiático.

Salvaje: es un arroz menos tradicional y no proviene de Asia. Es de color rojizo o negro y tiene un alto nivel vitamínico. Se cocina en mayor cantidad de agua y por tiempo más prolongado.

Para una receta de curry, masala, o salsa a base de leche de coco o leche de almendras, prefiero el basmatic  ya que no es necesario consumir carne, y puede ser acompañado sólo de verduras.
Para carnes salseadas o guisadas y que requieren alta cocción, el blanco o integral es un buen acompañante.
El arroz parbolizado nos da la posibilidad de que siempre quede a punto y que su concentrado de almidón no se escape de la cáscara, evitando espesar la salsa o preparación. 

Samud Sabores

No hay comentarios.:

Publicar un comentario